La selenocisteína es un aminoácido proteico que está codificado en el genoma humano. Es conocido con la abreviatura “Sec” y también por “U” cuando se hace mención específica en el entorno clínico.
Selenocisteína, qué es
Está catalogado como el aminoácido número 21 y su descubridor fue Thressa Stadtman, en el año 1986. Esta bioquímica investigó durante muchos años sobre las selenoproteínas y la bioenergética, dando como resultado el descubrimiento y usos de la selenocisteína y también aportando un gran conocimiento sobre el organismo humano y las dependencias de ciertas encimas con la vitamina B12.
Este tipo de aminoácido canónico, también llamado proteico es codificado en el ARNm, también llamado ARN mensajero. En realidad es el ácido ribonucleico que traspasa los genes, el código genético de las personas y los animales.
Al estar inmersa en el ARNm la función de la selenocisteína es importantísima para la descendencia y la transferencia genética entre padres e hijos. Los genes presentes en el núcleo celular pasan a un ribosoma en el citoplasma y determina, de esta forma, el orden que los aminoácidos tendrán en cada proteína. El ARN mensajero estable su plantilla para crear las siguientes idénticas, diferenciando los distintos tipos proteicos.
Función
Gran parte de su importancia radica en la actividad enzimática que posee. La función de selenocisteína y sus propiedades son:
- Catabólicas.
- Oxidación-reducción.
- Antioxidantes.
- Anabólicas.
La propiedad de selenocisteína en el ámbito del metabolismo catabólico es reducir las moléculas a partes más pequeñas, permitiendo, así, aprovechar los nutrientes y sustancias necesarias para la vida de los organismos.
En el apartado de la oxidación-reducción el aminoácido proteico tiene una funcionalidad que permite transferir electrones entre los compuestos, provocando una reacción química que cambia el estado de los reactivos. Esto es posible cuando hay dos elementos presentes. Uno que cede electrones y el otro que los acepta.
La selenocisteína y las selenoproteínas tienen un papel importantísimo en la actividad enzimática, siendo estas el centro activo como sucede en las arqueas, organismos unicelulares y en las bacterias. Todas ellas con papeles clave en el catabolismo y en la reacción de oxidación y reducción.
En cambio, selenocisteína en las células eucariotas (las que tienen una membrana protectora de los cromosomas que separa del citoplasma celular) tiene una función antioxidante y también anabólica, es decir, fomenta la síntesis de moléculas orgánicas que son sirven para otros procesos más complejos del organismo.
Relación con selenio
Su nombre aunque diferente ya nos da una pista de que este mineral es importante para ejercer sus propiedades para la salud y sus funciones vitales. El selenio sirve para prevenir enfermedades cardiovasculares al mismo tiempo que posee efectos antioxidantes, antiedad y fomentador de la función enzimática.
Para que el aminoácido selenocisteína pueda acoplarse en el genoma es necesaria la presencia de selenio. Este es incorporado mediante la unión de selenocisteína con serina y la selenocisteína sintetasa catalizará la reacción con selenofosfato, este último aporta el selenio para concluir, finalmente en la formación de selenocisteinil-ARNt.
Relación con selenotransferasa
Todo este proceso y el de las selenotransferasas es el del traspaso del selenio de una molécula a otra, así que realmente son las encargadas de sintetizar selenocisteína y selenouridina nucleótido. Ambas con un papel biológico fundamental en muchísimos organismos vivos.
Al mismo tiempo, las selenotransferasas necesitan una vitamina para funcionar. En cuestión se trata de piridoxal fosfato o vitamina B6 que, a su vez, tiene muchísimas propiedades para la salud de las personas y en muchos casos hace necesario tomar una dosis de piridoxina para restaurar la salud y equilibrar la función del organismo. Un ejemplo es su papel en la calidad del sueño, el estado de ánimo así como la síntesis de neurotransmisores cerebrales.