Tipos de algas comestibles marinas y dulces

Hay diferentes tipos de algas comestibles. Algunas son marinas, otras viven en lugares con agua dulce. Las hay rojas, azules, pardas y con sabor intenso, muy suave o delicadas al paladar.

Dependiendo de la procedencia de la variedad de alga puede tener un toque salado o intenso aroma y gusto a mar. Otras, en cambio, son utilizadas por su gran cantidad de proteínas, o su gran aporte en minerales como el yodo.

En cualquier caso, para cada situación y cada persona hay un tipo de alga que puedes elegir y degustar, satisfacer tus necesidades culinarias y nutritivas. Así que por eso, en este artículo hablamos sobre todas ellas.

Tipos de algas comestibles

Algunas son muy conocidas como sucede con Agar-Agar y Nori que prácticamente puedes comprar en cualquier lugar y otras algo menos conocidas como alaria o cochayuyo que es de Chile. En algunos lugares son muy utilizadas como sucede en Japón y en otros poco a poco cogen fuerza en la preparación de sopas, ensaladas y como acompañamiento de platos elaborados.

Las algas comestibles pueden agruparse en diferentes categorías:

Como hay una gran variedad dentro de cada una de ellas es importante seleccionarlas bien. Las algas marinas comestibles proporcionan un sabor diferente. Pueden comerse solas o acompañando diferentes alimentos. E incluso como suplemento a base de cápsulas o pastillas. Como sucede, por ejemplo, con el alga espirulina y fucus vesiculosus.

En la actualidad, debido a que hay una gran demanda de algunos tipos de algas es posible realizar el cultivo de algas mediante acuicultura. Aunque no todas las especies soportan ser criadas en tanques controlados por el ser humano. Ciertas variedades, debido a que necesitan un ecosistema diferente sólo pueden encontrarse en estado salvaje. Estas, cada cierto tiempo pueden ser recolectadas y procesadas para envasarlas de la forma adecuada para el consumo humano.

Independientemente de si son procedentes de acuicultura o seleccionadas de los mejores especímenes marinos, continuamos con las propiedades, beneficios y composición que aporta cada uno de los grupos en los que están catalogadas las algas comestibles.

Algas rojas

Son reconocidas por la coloración o pigmentos que le dan un aspecto rojo intenso, pasando por marrón y llegando incluso al color negro. Las algas rojas comestibles son:

La mayoría son especies marinas conocidas como Rhodophytas y tienen su hábitat en una gran extensión del mundo. Prefieren el agua caliente y con poca corriente. Algunos tipos de algas rojas aportan bastantes proteínas y minerales, y pueden funcionar bien para mejorar los síntomas de algunas enfermedades que afectan a la digestión y los intestinos. Como tienen gran cantidad de fibra facilitan la evacuación de toxinas que almacena el cuerpo y a la vez recomponen el organismo con los minerales y vitaminas que poseen.

Otra propiedad es la de incentivar el crecimiento del sistema inmunitario y la reproducción de las células blancas del sistema sanguíneo. Estas evitan que enfermes en muchos casos por el ataque de virus y bacterias.

Al igual que sucede con otros tipos de algas comestibles, es necesario revisar la tabla de composición de cada una de ellas antes de empezar a consumirlas. Pueden beneficiar muchísimo pero también perjudicar. El yodo está relacionado directamente con el hipotiroidismo e hipertiroidismo, así que hay que tener en cuenta el aporte de cada variedad con la que nos alimentamos.

Puedes preparar con ellas recetas frías y calientes, sopas y ensaladas con sabor a mar.

Algas azules

Son conocidas como cianobacterias ya que en realidad no son algas, pero dado su parecido, aspecto y que crecen en ambientes acuáticos es difícil confundirlas. La más conocida es espirulina y alga afa. Ambas son muy ricas en proteínas y minerales entre los que aparece el hierro en un lugar prominente.

El uso de este tipo de algas comestibles marinas muchas veces proporciona los elementos necesarios igual que lo haría otro tipo de alimento más común como es la carne.

Aunque tienen muchas ventajas como es aportar nutrientes, reforzar el sistema inmunitario, ser un buen suplemento para el sistema cardiovascular o regular el colesterol alto, el uso de las algas azules debe ser moderado. Esto es debido a su gran aporte de constituyentes. Un exceso puede ser perjudicial en lugar de beneficioso.

La forma más común de consumirlas es en forma de suplementos como sucede en el caso de las cápsulas de espirulina para adelgazar.

Algas pardas

Hay muchas similitudes en la forma que tienen para conseguir el alimento y sustentarse en su medio acuático. Son un tipo de alga comestible que realiza fotosíntesis, necesita la luz solar igual que el resto. Y lo más común es que vivan en el agua. Podemos distinguir por sus propiedades culinarias, organolépticas y nutricionales las variedades de algas pardas:

Hay muchas especies pardas y, aunque parecen plantas no lo son. Eso sí, aportan muchas nutrientes y vitaminas al igual que sucede con las verduras. Algo que hace que sean fuente primaria de alimentación de muchos animales marinos y comunidades humanas.

Las algas pardas comestibles suelen ser largas, grandes y viven en zonas templadas. Aunque hay algunas variedades que flotan como es el caso de Sargassum o crecen en lugares océanos fríos.

El nombre «parda» es debido a su contenido en fucoxantina, elemento que proporciona el color «pardo». Son muy ricas en minerales, alto contenido en yodo, calcio, magnesio y algunas con vitamina A y grupos de vitaminas B como es el caso del alga kelp Arame.

Algunos de los beneficios de este tipo de algas comestibles sirven para mejorar la circulación sanguínea y regular la hipertensión arterial. No obstante, no todas las especies aportan los mismos valores. Es importante cerciorarse de los valores en caso de hipotiroidismo, hipertensión y otras dolencias. Las algas pardas son muy buenas y ricas pero si sufres algún tipo de enfermedad es conveniente que antes de comenzar a tomarla te informes bien.

Algas marinas comestibles

Aunque en algunos lugares todavía no está muy extendido su uso y hay personas a las que les causa cierto reparo, empezar a tomar algas marinas es un hábito saludable. La gran mayoría de ellas, las que hemos mencionado tienen muchos minerales, vitaminas y sustancias que complementan a la perfección cualquier tipo de alimentación.

La forma de conservarlas hace que las algas comestibles sean ideales para guardar en el armario. Deshidratadas permanecen intactas muchos meses sin perder propiedades, y tan solo hay que añadir un poco de agua para que recuperen toda su frescura. Después de pasar unos minutos sumergidas en agua recobran todo su sabor y aspecto saludable. Y lo mejor de todo es que puedes elegir entre muchas variedades y formatos que puedes comprar. Desde comprimidos, deshidratadas o frescas.

Vamos a ver en qué se diferencian cada uno de los formatos.

Diferencias de las algas comestibles y las cápsulas dietéticas

La decisión de comer o tomar una o dos cápsulas de algas junto con la comida debe basarse en los objetivos que buscas. Añadir algas marinas comestibles a una receta puede ser una gran idea pero en algunos casos es necesario mayor potencia, y esto se consigue las cápsulas o comprimidos.

En otras ocasiones, simplemente puedes buscar su sabor, aroma o propiedades para la salud, así que puedes optar por comprarlas naturales o en una forma que no sea el extracto.

Los comprimidos pueden aportar rapidez y comodidad. También un control exacto sobre las cantidades que ingieres cada día para regular sus efectos. En cambio, no están indicados para cocinar. Si buscas algas para perder peso debes comprarlas en forma de cápsulas y si lo que quieres es cocinar, directamente a por un envase en donde vienen deshidratadas.